Reflexión
Durante casi toda mi carrera tuve un novio. Nos quisimos mucho pero nuestras personalidades y prioridades chocaban constantemente. Eso sacó lo peor en cada uno y terminamos lastimándonos demasiado. De esta experiencia aprendí que no hay que forzar las cosas, pues todo lo que es para uno se da. Por eso en casos como los de la actividad creo que es bueno pensar en uno mismo primero y qué es mejor para uno.
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