CAPÍTULO 7: 7.8
Las relaciones de poder y subordinación pueden tender a vulnerar los derechos de las personas subordinadas, debido a que las personas con poder, por la dominante naturaleza humana pueden tender a sentirse superiores y, lo que es más grave, sentir que sus subordinados son inferiores y empezar a tratarlos con desprecio y sin empatía. Usualmente éstos comportamientos se dan cuando hay diferencias marcadas entre la persona privilegiada y el subordinado, ya sean económicas, sociales, políticas, religiosas, etc., lo que provoca discordia que termina traduciéndose en odio unilateral o mutuo, resultando en comportamientos perjudiciales para el subordinado.
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