Relaciones de poder y vulneración de derechos de la persona subordinada

¿Puede una relación de poder suponer la vulneración de los derechos de la persona subordinada?

Por supuesto. A veces la vulneración puede ejercerse por medio del ocultamiento de información que sea importante para el ascenso o la mejora salarial de la persona subordinada en la institución, como saber si la experiencia acumulada puede ayudar a devengar un mejor salario. También se da cuando se hace una tarea en la que no se tiene experiencia previa y se reciben comentarios que indirectamente dan a entender que se trata al subordinado como alguien inepto en vez de simplemente hacer una retroalimentación constructiva que le indique en qué mejorar y cómo hacerlo. Un tono de voz agresivo o amenazante de parte de alguien en un cargo superior también refleja asimetrías y conductas abusivas. A veces, esas conductas son más sutiles y no se recurre a palabras denigrantes o a comportamientos de algún tipo de maltrato explícito, pero se filtran en el lenguaje corporal y no verbal de una persona; aspectos como el volumen y tono de la voz con que se habla a alguien para señalar fallas o hacer críticas.  Pueden hacerse críticas que recurran a la ironía o al sarcasmo en vez de a manifestaciones respetuosas y sinceras de incomodidad, disenso, expresión emocional, etc.