Cap. 4.4

¿Cómo en tus relaciones, de cualquier tipo, los estereotipos y los prejuicios han hecho que no fueran como esperabas, o bien te hayan hecho sentir malestar, incomodidad, frustración o angustia, entre otras?

Soy una persona, a sus ojos, difícil de esterotipificar. Sin embargo, se me conoce  entre mis amistades usualmente como una persona ocupada, por lo cual siempre se asocia mi ausencia con ocupación -algo que yo he ayudado a alimentar- y eso me ha producido malestar porque siento referencia a la “ironía de darle tanta prioridad a las ocupaciones”. En realidad, eso del chat me cansa, y he estado aprendiendo a aceptarlo y comunicarlo. Otro estereotipo puede ser aquel de la tartamudez, condición que tuve y he estado toda mi vida tratando de controlar; las alusiones burlescas a ello me afectan. Por suerte, he trabajado tanto ese aspecto que hoy, en cambio, se me llama para hablar un público y a las personas les gusta mucho mi manera y discurso.

Entre mi familia, el estereotipo está en que soy consentido o en que soy sobreprotegido. Me ha producido harto malestar tener que escuchar alusiones por parte de mis parientes acerca de cómo mis papás se relacionan conmigo, de manera “demasiado protectora”. ¡Eso no es su competencia!, y siento que muchas veces es una suerte de intento de rebajarme al no hallar cosas más razonables por las cuales reprocharme.

Una alusión que me puede resultar incómoda es a la de mi delgadez si la tratan con mera “flacura”. Mis amigos y sobre todo ciertas personas de mi familia han sido violentos en este sentido.