Capìtulo 7
Desde mi perspectiva, considero que una relación de poder NO puede suponer la vulneración de los derechos de la persona subordinada, porque, independientemente de los vínculos que entablemos, ya sea a nivel familiar, laboral, de pareja o amigos, ninguna persona tiene la potestad de maltratar física, verbal o psicológicamente a otra… es ilógico pensar que debemos permitir actos irrespetuosos que infringen con nuestra integridad y salud mental.
Por otra parte, el hecho de abusar del poder no hace que la persona adquiera más respeto y cumplimiento a sus órdenes, solo genera miedo e inseguridad.
Ahora bien, ¿Qué hace que una relación de poder, vulnere los derechos de la persona que no ocupa una posición privilegiada? Creo que existe un factor relevante: la frustración y el hecho de que no se cumplan las cosas como la persona con “poder” quiere; el hecho de tener el control, manipular y atentar contra la voluntad del otro individuo, genera de un modo u otro seguridad y confianza independientemente de los medios utilizados para llegar a sentirlos.
Discusión (0)
No hay comentarios para esta nota aún.