Los espacios seguros son lo mas importante para prevenir situaciones MAAD

En mi experiencia universitaria, me he sentido muy cómodo y confiado en las relaciones que he construido. Los vínculos con mis compañeros, profesores y demás miembros de la comunidad académica han sido, en su mayoría, positivos y enriquecedores. Siempre se ha buscado fomentar un ambiente de aprendizaje colaborativo y respeto mutuo. Sin embargo, soy consciente de que en ciertos contextos podrían surgir asimetrías de poder que si no se manejan bien, podrían llevar a la vulneración de derechos. Estas situaciones pueden darse en relaciones profesor-estudiante, donde el uso de la autoridad para intimidar o descalificar podría afectar la autoestima y el rendimiento académico. Es posible observar dinámicas de favoritismo o discriminación en el trato, generando situaciones de desigualdad y desmotivación. Las jerarquías implícitas en trabajos grupales o liderazgos sociales pueden derivar en exclusión. Aunque estas experiencias no han afectado directamente mi confianza, creo que es fundamental que la universidad continúe promoviendo una cultura de equidad y respeto, implementando protocolos claros para prevenir y abordar estas situaciones. La construcción de un entorno seguro e inclusivo permite que todos los estudiantes puedan desarrollar su proyecto de vida, sin temor a que su dignidad o sus derechos sean comprometidos por relaciones de poder mal gestionadas.