Prestar atención a los detalles

Como seres sociales que somos, tenemos una necesidad intrínseca de comunicar experiencias, de manera que cada relato esta sesgado por emociones, opiniones y diferentes presuposiciones que distorsionan la realidad.
Es así, como cada uno de nosotros es el protagonista de las historia que contamos. Por lo general, somos los héroes o las víctimas, en raros casos se da que seamos los villanos por que nuestro ego no nos permite hablar mal de nosotros mismos.

Por lo tanto, en cada relato los hechos pasan a segundo plano, si prestamos atención a los detalles que manifiesta el protagonista. Es aquí donde nace la empatía, comprender su, mapa, su mundo, su realidad, y entender que estas presuposiciones no se proclaman como verdades absolutas o universales,
pero si se toman como si fuesen ciertas, se convierten en recursos que optimizan nuestra vida y nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos.