Un curso difícil. Si ya hay quejas ¿qué está haciendo la Universidad?
Lo primero que identifico es un sesgo claro en la manera en la que el profesor dicta su curso. Comentarios como “las mujeres tienen que esforzarse más” o “quejarse es solo una muestra de debilidad” tienen un corte claramente machista que intenta disuadir a sus estudiantes mujeres de alzar su voz. Lo preocupante de la situación es que no puede haber aprendizaje en un espacio en el que no hay confianza. Así, las acciones y comentarios del profesor solo terminan por generar más incomodidad en las estudiantes, favoreciendo la deserción y, probablemente, una desconfianza general en sus habilidades.
Me llama mucho la atención que el caso refiere que ya habían quejas contra el profesor en semestres anteriores, pero claramente la situación no ha cambiado. Entonces ¿qué está haciendo la Universidad para mejorar los espacios de formación? ¿Qué está haciendo para crear espacios seguros y equitativos para todes? Claramente, si la situación se repite de manera consecutiva aún con quejas constantes, los mecanismos que tiene la Universidad no están funcionando. No basta con proponer un espacio de habla con los estudiantes si sus comentarios no van a ser tomados en serio.
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