Bien será obvio para todas las mujeres entre nosotrxs que Sebastián estaba hablando desde la idea de que las mujeres somos menos capaces y debemos “probar” nuestras competencias con trabajo adicional, lo cual excusa el maltrato que vemos por parte del profesor. Claro que me ha pasado que el ser mujer parezca irritar a hombres con poder en mi vida, que me respetan menos por ese hecho. Doctores, profesores, familiares. En otros respectos, soy una persona muy afortunada y discriminación he sufrido poca o ninguna (un grandísimo privilegio). Y sí, claro que he impuesto barreras a otras personas gracias a mis estereotipos o prejuicios, incluso a otras mujeres, a quienes he pecado de ver como menos competentes o claras de pensamiento. Solo por ser vieja no me escapo de los imperativos dominantes. La intención, evidentemente, es rechazarlos en la medida de lo posible, pero no soy inocente.