1. Determinar de manera calmada la conducta de la persona y si es reiterativa.
2. Evaluar si es prudente hablar con la persona y hacer saber qué la situación particular me afecta.
3. Si hablo con la persona, evaluar la actitud y si se llegó a acuerdos para que no se repita la situación. Si se llegaron a acuerdos, esperar y ver si se repite o no la situación.
4. Si la persona es reactiva y/o continua la situación, iniciar el protocolo MAAD.