Dependiendo de la complejidad del caso tomaría la decisión de activar o no el protocolo MAAD. Si veo que este es fácilmente solucionable, o el hecho no responde a actitudes perpetradas a través del tiempo, muy seguramente buscaría solucionarlo personalmente. Sin embargo, si la conducta es recurrente e intencionada, no dudaría dos veces en buscar la ayuda correspondiente. De esta manera aseguraría mi estabilidad y seguridad física, emocional y psicológica; pero también el de la comunidad académica al atender directa y oportunamente el caso, evitando que le suceda lo mismo a otra persona. Es así como ayudaría a promover una sana convivencia. Denunciar es una forma de prevenir y asegurar un espacio seguro.