¿Qué se te viene a la mente con el comentario de Sebastián en la conversación de Whatsapp: “Si él es estricto es para que sean ustedes las que saquen la cara por las mujeres de la carrera”?
Es doloroso. La falta de empatía, de comprensión en la diferencia, de búsqueda de empoderar al otro, de enseñar y acompañar pueden ser las raíces de profundas y largas grietas en nuestras sociedades e individualidades.
¿Alguna vez no has podido acceder o disfrutar de un lugar por los prejuicios o estereotipos que las demás personas tienen sobre ti?
Sí, cada grupo social simplifica la realidad con estas esferas de certidumbres. Sin embargo, coagular estos estereotipos como si fueran verdades últimas es supremamente peligroso, hasta para quienes creen beneficiarse de lo estático. Además, segrega y separa, lo que no es viable en la sociedad contemporánea.
¿Crees que alguna vez has impuesto barreras a alguien en razón de diferentes estereotipos o prejuicios que has tenido?
Claro, como todos. Parte del cerebro humano busca simplificar la realidad al clasificarla. Sin embargo, la única forma de acceder a la realidad es escuchándola, es redescubriendo los matices en los detalles, es atestiguar como cada persona es una historia entera.