Cuando hacía el pregrado notaba lo distinto que me trataban mis compañeros cuando nos reuníamos de manera presencial vs. de manera virtual (con cámara apagada). Había más respeto de por medio cuando no podían ver mi apariencia física. También sentí que me minimizaban más cuando me vestía más “femenino” y que a mis compañeros hombres se les consideraba inteligentes, mientras que mis compañeras mujeres solo eran “aplicadas”.
Estoy segura de que, como humana, he presenciado de manera pasiva o incluso propiciado estereotipos. En este momento no logro recordar una anécdota específica.