Las mujeres no tienen por qué demostrarles nada a los demás, se debe cambiar la concepción de que el sexo puede llegar a ser una competencia en el ámbito educativo. Recurrir al principio fundamental del feminismo que declara que hombres y mujeres deben ser tratados como iguales logra ser vital en discusiones cotidianas como éstas. En lo personal puedo decir que afortunadamente no he sufrido de prejuicios aún, pero tengo conocidos y personas bastante allegadas que sí han sufrido de discriminación por lo mismo y siempre trato de ser lo más empático posible aunque a veces no entienda muy bien la situación.