Este tipo de comentarios carecen de fundamento y, de manera indirecta, no solo discriminan a las compañeras en cuestión, sino a todas las mujeres. Estas actitudes nos desmotivan, ya que nos hacen sentir que, a pesar de nuestros esfuerzos, siempre intentan subestimarnos y vernos como inferiores a los hombres, como si fuéramos incapaces de lograr nuestras metas.