La respuesta de Sebastián no solamente normaliza el trato diferenciado e injusto hacia las mujeres en el aula, sino que, al mismo tiempo, denota una especie de sexismo benevolente, en el cual se da la apariencia de que se está diciendo algo positivo en torno a una conducta o prejuicio que es claramente sexista o machista.
Por mi parte, me temo que le he impuesto barreras a una persona muy cercana a mí que tiene una situación de discapacidad. Paradójicamente, aunque su cercanía me ha hecho ser consciente del capacitismo estructural de la sociedad, también me doy cuenta de que las cuidadoras de las personas en situación de discapacidad podemos con frecuencia infantilizar a estas personas, con lo cual les restamos su agencia y su posibilidad de SER en el mundo.