A nivel personal, se puede dar apoyo emocional a esa persona como un amigo y escucharla, así como alejarla y defenderla de su agresor, agresora o agresores. Cuando la persona afectada esté lista, se le puede compartir el vínculo y los canales para empezar a formalizar el protocolo MAAD y acompañarla a lo largo del proceso.
Para proteger a los demás, es bueno tener en cuenta la “regla de los 5 minutos” y entender que no todas las personas se perciben ni se identifican igual que uno, por lo que es bueno que, en caso de no haberlo establecidos ellas mismas previamente, se les pregunte sus preferencias de pronombres/nombres/apodos etc. para evitar que las personas puedan sentirse incómodas y todas puedan tener una experiencia social amena