El comentario de Sebastian me hace pensar en cómo vivimos en un sistema que no solo nos oprime, sino que invisibiliza y normaliza sus violencias. Sebastian es un hombre socializado como tal, es decir, su comentario no es fortuito, sino producto de una sociedad patriarcal que enseña que la experiencia humana única y válida es la de los hombres cisgénero, blancos y del norte global. Sebastian no ha pensado que sus compañeras viven una subjetividad muy distinta a la de él, porque están atravesadas por otros ejes de opresión.
Tristemente si me he encontrado en situaciones similares, por ejemplo un profesor miembro del comité de ética al que presenté mi propuesta de tesis de pregrado calificó mi propuesta como “un estudio muy lindo” en tono condescendiente.
Procuro ser crítica con los discursos que perpetuan la violencia y discriminación hacia diferentes grupos sociales, sin embargo reconozco que en algunas ocasiones he detectado en mí, pensamientos que son producto del machismo, clasismo y racismo e intento siempre detenerme a cuestionarlos.