Lo primero que se me viene a la mente es que posiblemente Sebastián sea una persona perezosa que no quiere esforzarse demasiado y que para efectos de esta clase, está de alguna manera “salvado” porque solo se le pregunta a las mujeres y no tiene la presión de que le pregunten a él. Por otra parte, considero que Sebastián tiene una personalidad desafiante que no solo se puede limitar hacia la discriminación de género sino también hacia las personas que no comparten su raza, estatus económico, origen, entre otros.
No soy de imponer barrera a las demás personas. No obstante, soy consciente que una ocasión donde tenía a disposición una clase con 25 estudiantes donde uno de ellos tenía una limitante cognitiva (y que por ende requería de actividades diferente), no me fue posible brindarle el apoyo necesario en su aprendizaje a pesar de tener el mismo derecho que los demás. Si bien sé que no era mi intensión y en ese momento mi capacidad de organizar a los otros 24 estudiantes para enfocarme en el estudiante con dificultades cognitivas no era tan buena, si considero que este tipo de detalles pueden llegar a quedar marcados en la vida de él. De ahí considero que me equivoqué pero también la institución no brindó un apoyo o acompañamiento más personalizado para que el estudiante tuviera el mismo derecho que los demás