Santiago Reyes Villaveces
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Qué debo hacer en caso de estar cerca de alguien que incurra en una conducta MAAD?
¿Cómo puedo cuidar a las otras personas y promover una sana convivencia en todos los escenarios de la Universidad?Como profesor en la Universidad de los Andes, sé que es crucial estar atento a cualquier situación que involucre conductas de maltrato, acoso, amenaza o discriminación (MAAD). Si me encuentro cerca de alguien que incurra en una de estas conductas, primero evaluaría la situación para asegurarme de que todos estén seguros. Si es posible, intervendría directamente para señalar que esa conducta no es aceptable, siempre con respeto y buscando resolver el conflicto de manera constructiva. Si la situación lo amerita, no dudaría en reportar el incidente a los canales oficiales de la universidad, ya que entiendo la importancia de documentar y dar seguimiento a estos casos. También me parece esencial acompañar a quienes han sido afectados, brindándoles el apoyo necesario y guiándolos para que puedan denunciar formalmente si así lo desean. Además, en mi rol como docente, trato de modelar un comportamiento respetuoso y de crear un ambiente en el aula donde el diálogo abierto y el respeto mutuo sean la norma. Siempre busco estar informado sobre los recursos y protocolos disponibles, porque promover una sana convivencia es una responsabilidad compartida y fundamental en nuestra comunidad universitaria.
¿Qué se te viene a la mente con el comentario de Sebastián en la conversación de Whatsapp: “Si él es estricto es para que sean ustedes las que saquen la cara por las mujeres de la carrera”?
El comentario de Sebastián en el chat, “Si él es estricto es para que sean ustedes las que saquen la cara por las mujeres de la carrera”, puede sonar como un cumplido o una motivación, pero en realidad tiene algunas implicaciones importantes que vale la pena pensar un poco más.
Primero, parece que se espera que las mujeres de la carrera tengan que hacer un esfuerzo extra, como si tuvieran que demostrar algo más que los hombres. Esto crea una presión adicional: ¿por qué tendríamos que “sacar la cara” más que ellos? Deberíamos estar en igualdad de condiciones, ¿no? Esta idea de que tenemos que esforzarnos más para ser vistas como iguales no es justa ni saludable.
Luego, está la cuestión de la responsabilidad. Con este comentario, parece que las mujeres cargan con la tarea de representar a todas las demás, como si cada error o éxito no fuera solo personal, sino algo que afecta a todo el género. Imagínate siempre sintiendo que no puedes fallar porque no solo te representas a ti, sino a todas las mujeres.
Finalmente, este tipo de comentario refuerza estereotipos que deberíamos estar cuestionando. La idea de que necesitamos ser “más” para ser vistas como iguales perpetúa la desigualdad en lugar de eliminarla. Todos deberíamos tener las mismas oportunidades y expectativas, sin importar el género.
Está bien que nos desafíen y nos exijan, pero esos desafíos deben ser iguales para todos, sin hacer sentir que unos tienen que demostrar más que otros. Al final del día, lo que importa es que cada quien tenga la oportunidad de brillar por lo que es, no por lo que se espera que represente. Así que, en lugar de “sacar la cara” por todas, enfoquémonos en construir un espacio donde no tengamos que preocuparnos por esas expectativas desiguales.
