Ni Sebastián ni ningún hombre debería sentir la potestad de decirle a una mujer a que lugar pertenece en la carrera ni que hacer en nombre de otras mujeres. Es una actitud pedante, sobrada y, obviamente, super machista. Las mujeres no tienen porqué probar capacidades para algo, mucho menos frente a hombres. Además, ese man también desconoce que si no hay tantas mujeres ejerciendo en su carrera no es por “brutas” o incapaces, a pesar de que apelen a estupideces basadas en “roles biológicos” como si existieran, más bien es por las barreras basadas en estereotipos que impiden que una mujer sea libre.