Pienso que Sebastián es injusto y es cero empático. Está haciendo partícipe de una demanda injusta, que es injusta porque exige a una persona en desventaja (porque es objeto de prejuicios y exigencias basadas en su sexo) más de lo que exige a los demás.
He sido objeto de muchas situaciones similares, donde se me ha tratado injustamente sólo por ser mujer. Como ponente, en la sección de preguntas, por ejemplo, los hombres del público se han tomado la palabra para formular preguntas que no tenían que ver con el contenido de mi ponencia o para emitir comentarios al público que tampoco respondían a mi ponencia, lo cual no hicieron con los hombres ponentes, a quienes sí le comentaron y le formularon preguntas sobre su ponencia. También me han dicho “niña”, siendo yo la conferencista principal. Me han subestimado un sinfín de veces por ser mujer, joven, porque mis rasgos físicos no son blancos y se nota que no pertenezco a la clase media-alta.
Creo que sí he sostenido prejuicios muchas veces contra distintas personas y que lo sigo haciendo. Por ejemplo, hace poco me dio miedo compartir un lugar de refugio con dos hombres morenos por temor a que me robaran (y lo curioso es que soy más parecida físicamente a ellos que a otros con quienes me siento más segura). Sin embargo, estoy constantemente vigilándome a mí misma y me corrijo cuando noto que esto pasa. Como docente, también he notado que soy más condescendiente con los hombres y que a las mujeres les exijo más. Así que constantemente estoy mirando las notas que les estoy dando, comparando los textos y cuestionándome si le estoy exigiendo más a las mujeres.