1. Nadie debe está en la obligación de “sacar” la cara por nadie. Cada quien decide qué quiere y cómo quiere llevar los procesos de sus visa, eso sí, dentro de un contexto igualitario y justo.
2. Por fortuna, no lo he vivido.
3. Espero no haberlo hecho. De manera consciente, puedo decir que no.